miércoles, 31 de julio de 2013

La fábula de los cangrejos

Hubo una vez una reunión de cangrejos. La había convocado el más viejo de todos para tomar una decisión muy importante. Asistieron cangrejos machos y hembras de todos los mares.

La reunión comenzó puntualmente. El líder pidió la palabra y dijo: -"Mis amig@s, hemos estado haciendo algo que se ha constituido en un pésimo ejemplo, una costumbre que tenemos de siempre y que está en boca de tod@s.

Tod@s lo miraban con curiosidad. Una joven cangrejo preguntó: "¿Y cuál es esa costumbre? ¿Por qué cree que es un mal ejemplo para l@s demás?"...

El cangrejo anciano respiró profundo y tomó nuevamente la palabra: -"Lo diré sin rodeos. Debemos dejar de caminar para atrás. Tod@s nos usan como ejemplo negativo y hablan de nosotr@s como si fuéramos un@s retrógrad@s".

Un cangrejo rojo que había llegado de muy lejos, comprendiendo lo serio del problema, preguntó:-"¿Y qué es lo que propones para remediar el pésimo ejemplo que damos?

El cangrejo líder continuó: -"Seré realista. Para nosotr@s ya es muy difícil cambiar, pero para los cangrejos pequeñ@s será más fácil. Propongo que sus mamás y papás les enseñen a caminar para adelante".

Los y las cangrejos se emocionaron por la sinceridad con que se les había hablado y entusiasmad@s estuvieron de acuerdo con la propuesta. De esa forma quedó establecido que todos los cangrejos que nacieran a partir de ese momento serían instruidos por sus progenitor@s para caminar hacia adelante. Cada un@ regresó a su hogar y las familias de cangrejos empezaron a enseñar a sus peques. Guiaban con amor sus patitas, primero una hacia adelante, después la otra. Insistían en la nueva forma de avanzar y l@s pequeñ@s intentaban seguir las instrucciones aunque resultaba muy difícil y complicado.

A pesar de que intentaban con todas sus ganas hacerlo, sucedió algo muy curioso. Mientras las mamás y los papas decían a sus pequeños cómo debían caminar hacia adelante, ellos mismos y todos los demás continuaban caminando para atrás como siempre.

- "¿Cómo es que ell@s hacen una cosa y me enseñan otra?"- dijo una pequeña.

Algun@s pensaban que era una broma que les querían jugar, otr@s decían que debía ser más fácil caminar para atrás y por eso el resto lo hacía así. En vista del problema, tuvo que convocarse una nueva reunión de cangrejos.

-"La norma que propuse no está funcionando", admitió el cangrejo líder. Y no funciona porque no predicamos con el ejemplo. "Está claro que no podemos pedirles a l@s demás que hagan lo que nosotr@s mism@s no hacemos".

CUENTA LA LEYENDA QUE ESA ES LA RAZÓN POR LA CUÁL LOS CANGREJOS SIGUEN CAMINANDO HACIA ATRÁS

martes, 30 de julio de 2013

El juego no tiene sexo ¿Se lo vas a poner tú?

- Buenos días, quiero comprar un cuento para un niño de 1 añito que está ingresado aquí al lado. He visto uno en el escaparate que es de fieltro y me gustaría verlo. Es un armario y tiene la figura de una niña y diferentes piezas de ropa para irle poniendo.

- Ah, sí. Creo que sé cuál dices, espera que ahora mismo te lo saco. Me has dicho que es un niño, no?

- Sí, de 1 año.
....................
- Mira, te he sacado éste que es del mismo tipo que has visto en el escaparate pero es el que vendemos para niños. Es una caja de herramientas que...

- Ya, pero es que me ha gustado el del escaparate. Y ahora que veo este todavía estoy más convencida, tiene más colorido y creo que le llamará más la atención.

- Pero me has dicho que es un niño, no?

- Sí, y????????????????

- ¿Te lo envuelvo para regalo?.

- Sí, gracias.

- Claro, a veces sin darnos cuenta hacemos este tipo de cosas, diferenciamos el regalo en función de si es un niño o una niña...


Pues "este tipo de cosas" tiene muchas consecuencias. Los juegos y juguetes no son sólo un entretenimiento, sino que también son un instrumento de socialización que contribuye al crecimiento físico, emocional, relacional y social de las niñas y niños, a construir sus imaginarios e identidades, y a transmitir creencias, valores sociales, expectativas... Por tanto, influyen en la construcción de la personalidad e identidad en las primeras etapas de la vida.

El juego es instintivo, espontáneo y sirve para explorar y conocer el mundo que nos rodea. Es la primera actividad que aporta a los niños y niñas un aprendizaje sobre ell@s mism@s y su entorno. Les enseña a crecer y es una buena forma de educar.

Los juguetes pueden ser más o menos grandes, con más o menos colorido, individuales o colectivos, artesanales o sofisticados, creativos o tradicionales... Pueden transmitir valores como el ser tolerante, cooperativ@, cuidadoso@ y respetuosos con l@s demás.... o valores como la violencia, superioridad, sumisión o la pasividad.

Si tenemos claro que los juguetes acompañan a los niños y niñas en el desarrollo de sus habilidades y de su potencial como personas, es importante plantearnos qué capacidades promueven, qué valores transmiten y si los escogemos o no en función del sexo.

Muchos de los juguetes estereotipados ofertados continuamente en los medios de comunicación reproducen los conceptos sexistas y contribuyen a perpetuar roles establecidos tradicionalmente, y a transmitir valores diferenciados en función el sexo.

Los juguetes no son sexistas, pero tampoco son neutrales ya que reproducen el mundo de las personas adultas. Comprar unos u otros u ofrecerlos de manera diferenciada a niños y niñas, es mostrar una manera u otra de entender la vida que acostumbra a ser parcial.

Por tanto, es importante velar porque traten de manera equilibrada la figura de los dos sexos con el objetivo de ofrecer las mismas posibilidades de desarrollarse e identificarse y evitar así perpetuar las desigualdades.

Cuando pensamos en regalar juguetes a un niño o niña, solemos comprarles los que hemos visto en las campañas publicitarias que por lo general acostumbran a contener un alto grado de sexismo, presentando modelos no igualitarios y manteniendo identidades polarizadas, para que las niñas adquieran comportamientos, valores y actitudes para ser una "buena mujer" (potenciando la obsesión por la imagen y la belleza para ser deseables y dependientes, y el ser buenas madres cuidadoras), y para que los niños asuman el rol clásico masculino basado en la competitividad, el riesgo, la aventura, el poder y la fuerza.

No se trata tanto de hacer jugar a los niños con muñecas y a las niñas con coches, sino de superar la dualidad tradicional que marca qué juguetes son para niños y para niñas y permitir que todos puedan ser usados por los dos sexos, sin imposiciones y tratando de transmitir valores y modelos de relación basados en el respeto.

No limitemos su mundo a unos determinados roles y juguetes por el solo hecho de haber nacido niño o niña, así cuando crezcan podrán disfrutar de un futuro más amplio, más libre y con más oportunidades y posibilidades. Y a la vez, estaremos contribuyendo a una sociedad más igualitaria, equitativa, solidaria, activa, cuidadora y libre de violencia.

viernes, 19 de julio de 2013

¿Esta eres tú?



"Esta eres tú. Los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como... no sé cómo describirlo... como una de esas personas a las que les gusta la Luna, o que pasan horas contemplando el mar, o una puesta de Sol. Seguro que sabes de qué estoy hablando. O tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así. Desafiando el frío, sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta y te moja la piel, y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies, y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas... Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Esta eres tú. ¿Quién lo iba a decir? Tú...".

Mi  vida sin mí.


La historia de Ann, una madre casada y con dos hijas a la cual diagnostican un cáncer terminal a los 23 años. 
Hace unos diez años que vi por primera vez esta película. Y sólo unos días que escenas cotidianas me remitieron emocionalmente a ella. En un primer momento recordé la escena de la lluvia. Intensa, maravillosa, sobre todo cuando la ves por segunda vez tras haber visto la película entera. Escena de las que recuerdas toda la vida porque en un minuto te impulsa a revisar tu vida, a plantearte si la estás viviendo como tú querrías, si estás siendo tú misma, si estás viva... A Ann, la lluvia le activa todos sus sentidos, o esta vez ella decide activar todos sus sentidos para sentirse más viva que nunca y vivir ese momento intensamente, en toda su profundidad. En nuestra vida cotidiana hay montones de momentos que nos pasan inadvertidos y que nos pueden hacer sentir viv@s.

Hay otras escenas para el recuerdo: el encuentro con su padre que está preso, las conversaciones con el médico, la despedida o la grabación de los mensajes para las hijas. Con una interpretación de Sarah Polley natural, sencilla, sincera, cálida, cotidiana, fresca y real como la vida misma.

Una profunda reflexión sobre una manera de afrontar la muerte, a través de ti misma, de escucharte, de encontrarle sentido a tu vida y de vivirla al máximo. Un viaje sincero y humano.

martes, 16 de julio de 2013

Relaciones tóxicas

Dos compañeras de trabajo a la hora del desayuno:

- No aguanto más, estoy harta, está continuamente pendiente de mi. Me boicotea todos los proyectos.

- Entiendo que lo puedas vivir así pero la verdad es que desde fuera no se nota nada.

- Porque es una manipuladora, es un maltrato muy subliminal para que el resto no se den cuenta. ¿No te has dado fijado que algunos de sus comentarios en voz alta son misiles directos a mi autoestima?

- Sí, alguna vez he percibido que te trataba mal y que hacía algún comentario despectivo. Pero es cierto que es muy sutil y que hay que conoceros mucho a las dos para detectar que va dirigido a ti y con segundas intenciones. De todos modos, ¿no crees que eres un poco exagerada? Todas la conocemos desde hace muchos años y pese a que tiene sus cosas, como todas, no es un monstruo.

- Yo no digo que sea un monstruo para todo el mundo. Te digo cómo a mi me hace sentir, y eso ante mis ojos sí que la convierte en un ser odioso. Me hace sentir fatal porque consigue que esté la mayor parte del tiempo pendiente de ella de manera compulsiva, intentando que no me la vuelva a colar, que no me boicotee la próxima reunión con el jefe. Es calculadora y mentirosa. Sólo quiero dejar de preocuparme por culpa de ella, dejar de anticipar cual será su próximo golpe, que deje de importarme su actitud hacia mi.

- Lo siento, se que no estoy siendo muy comprensiva pero es que a mi me sabe muy mal hablar mal de ella. En alguna ocasión me ha ayudado mucho.

- Eso ya lo sé. Es una de sus maneras de ganarse a la gente y manipularla. Aprovecha los momentos en que las personas tienen un problema y están de bajón para ser la mejor de sus amigas y ofrecer apoyo psicológico, es una de sus especialidades. Así se ha ido ganando poco a poco a todo el mundo y tod@s sentimos que le debemos algo. Le encanta ser la mejor en todo, tanto laboralmente como desde el punto de vista humano. Lo sé porque a mi también me ayudó mucho en su día.

- Y no sería mejor que lo hablaras con ella.

- No! Ya lo intentó ella la primera vez que le manifesté mi fastidio por como me trataba y manipuló toda la conversación. La traía estudiada y a mi me pilló desprevenida. Al final quedé como que era yo la que me había emparanoiado y que no había nada de realidad en mi percepción.

- Pues vuelves a hablar con ella y se lo haces ver. Hubo un tiempo en el que manteníais una muy buena relación, casi de amistad. La verdad es que a mi no me ha hecho nada y me cae bien así que no voy a cambiar mi actitud respecto a ella.

- Nada más lejos de mi voluntad, soy totalmente consciente que lo que para mi es muy tóxico para otr@s puede ser totalmente inofensivo. Yo te explico cómo me siento porque confío en ti y llevo mucho tiempo tragándome esta situación sola, sin explicársela a nadie. Ya sabes, por experiencia propia, que es de esas personas que o le sigues la corriente en todo o sálvese quien pueda.

- Sí, es verdad que tiene un concepto muy alto de sí misma, y que espera que todo el mundo la venere, pero eso no es un pecado.

- En fin, ahora ya no hay remedio. Lo que hizo, hecho está y me ha demostrado de qué es capaz. Es imposible que la relación pueda volver a ser como antes, ni que se le parezca. En su día, en una de mis sesiones de terapia, intentando entender el por qué de su cambio de actitud hacia mi, me di cuenta que fue a raíz de mi promoción laboral cuando empezó a tratarme mal. Mientras no le podía hacer sombra y yo accedía gratamente y gratuitamente a todas sus peticiones todo fue bien.

- Pero ella es una crack en su tema ¿por qué habría de preocuparse por tu ascenso?

- Porque desde la humildad le supuse una competencia para su orgullo laboral y sus ansias de éxito. A veces he llegado a pensar que todo es fruto de que en algunos aspectos somos muy parecidas. Las dos tenemos la misma formación de base, trabajamos sobre temas similares, somos perfeccionistas y hemos conseguido un buen reconocimiento a través de nuestro trabajo y seguramente tenemos también algún problemilla con nuestra autoestima.

Sé que lo mejor que puedo hacer es valorarme más a mi misma e ignorarla, el problema es que esto último de momento no he conseguido hacerlo y en lo de valorarme más a mi misma sólo estoy en el camino...

Tod@s hemos tenido o tenemos a nuestro alrededor personas con un comportamiento tóxico y no siempre podemos escoger desvincularnos completamente. Consiguen potenciar todas tus debilidades y producirte una gran frustración y un alto nivel de ansiedad.  La raíz de su comportamiento tóxico acostumbra a ser los celos y una baja autoestima. Si esta persona es de nuestro entorno laboral cercano no podemos decidir no compartir nuestro tiempo con ella. Lo que sí que podemos decidir es a qué nivel lo compartimos y dejamos que nos desestabilicen emocionalmente. 

Hay diferentes antídotos para evitar que peligre nuestra salud mental, emocional y física. Una es la huida, que no siempre es posible ni la más recomendada puesto que no nos podemos pasar toda la vida huyendo de los problemas. Los que acostumbran a ser más sanos y prácticos son aquellos que permiten mantenerlas a raya y neutralizar en la medida de lo posible sus ataques emocionales.

Es importante no responder a sus provocaciones con agresividad porque nos harían aparecer ante l@s demás como agresor@s en lugar de como víctimas y retroalimentaría el poder negativo que tiene hacia nosotr@s. Sería como echar gasolina para intentar apagar un incendio. Es mejor mantener la cordialidad ni que sea a mínimos y no caer en el rol de víctimas ya que la responsabilidad en todas las relaciones siempre es compartida.

Una de las estrategias que se pueden utilizar para poder pasar página es conseguir decirle a la otra persona sin tapujos y a la cara lo que piensas de ella. Para ello es imprescindible tener una buena autoestima y ser capaz de decirle lo que opinas con tranquilidad, desde la serenidad emocional. Cosa nada fácil y más teniendo en cuenta que acostumbra a ser una lucha en solitario. En resumen, que cada un@ ha de conseguir encontrar su antídoto más eficaz, con el que se siente más capaz en cada momento... 

Y recuerda que todo cambio que hacemos en nosotr@s mism@s acostumbra a provocar un cambio en l@s demás... 

También hay quienes dicen que nadie pasa por nuestras vidas por casualidad y de toda relación aprendemos algo...

domingo, 14 de julio de 2013

El halcón que no podía volar

"Hace muchos siglos, había una reina que recibió como obsequio dos crías de halcón que entregó al maestro de cetrería para que las entrenase.

Pasados unos meses, el maestro de dijo al rey que uno de los halcones estaba completamente educado. En cambio el otro no se movía de la rama desde el día de su llegada a palacio y no sabía que le pasaba.

La reina hizo venir a sanador@s y curander@s de todo tipo, más ningun@ de ell@s consiguió hacerlo volar. Encargó entonces a miembros de la Corte la misma misión pero tampoco lo lograron.

Finalmente la reina hizo publicar un edicto para difundirlo entre sus vasall@s pidiendo ayuda.

A la mañana siguiente, la reina estaba mirando por la ventana de su alcoba y observó que el halcón que no podía volar, lo había conseguido.

- ¡Traedme a quién ha conseguido este milagro!- ordenó la reina.
Enseguida le trajeron a una humilde campesina.
- ¿Tú has hecho volar a mi halcón? ¿Cómo lo has hecho? ¿Eres una maga?- preguntó la reina.
Feliz pero un poco intimidada a la vez, la campesina respondió:
- No fue difícil majestad. Sólo corté la rama en la que siempre estaba posado. Al hacerlo, el halcón se dio cuenta que tenía alas y simplemente voló".

Tod@s tenemos alas pero a veces nos falta el impulso para volar. Durante la vida hay muchos momentos en que nos acomodamos en una rama, en nuestra zona de confort, y nos cuesta lanzarnos a conseguir nuestros sueños.

Preferimos optar por lo conocido, por todo aquello a lo que estamos acostumbrad@s porque nos hace sentir mucho más cómod@s. Es esa zona de pánico, de miedo al fracaso, la que nos hace a menudo paralizarnos y no experimentar, arriesgar, aprender de nuevo, aprender más.

Pero también hay muchos momentos, personas o situaciones que nos impulsan y ayudan a aprovechar las alas que tod@s tenemos y volar. A veces es un comentario de alguien cercano, otras veces un trabajo personal, la madurez, la lectura de un libro, una crisis, la muerte de una persona querida, una maga... hay muchos momentos que actúan como tijeras que podan la rama y que nos dan ese último impulso que necesitábamos para lanzarnos en busca de nuevas experiencias.

Siempre habrá muchas otras ramas en las cuales irnos posando y descansando. Confiar en nosotr@s mism@s y perseguir nuestros sueños no está reñido con cuidar y disfrutar de nuestra zona de confort, siempre y cuando no nos acomodemos y nos creamos capaces de volar.

miércoles, 10 de julio de 2013

¿Pueden complicarnos la vida las nuevas tecnologías?

Cada vez podemos leer más artículos relacionados con el aumento significativo de los casos de atención psicoterapéutica a personas con adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías: ludópatas cibernétic@s, adict@s al Whatsapp, a las relaciones virtuales, al póker online... Son nuevas formas de adicción en auge pero todavía poco visibles a nivel social y con un bajo nivel de conciencia por parte de las personas afectadas.

Cuando leo sobre el tema me imagino, como pasa en otros muchos temas, que lo que se empieza a conocer es sólo la punta del iceberg. Adicciones que no por ser consideradas menos "tóxicas", ya que no se desarrollan como consecuencia de ingerir, inhalar, absorber o inyectarse alguna substancia, no dejan de ser nocivas para la salud biopsicosocial de las personas y que pueden llegar a interferir gravemente en la vida a todos los niveles: familiar, escolar, social...

Cuando se trata de niñ@s y adolescentes denominad@s nativ@s digitales, que ya nacieron después de las TIC's y crecieron en la Red, su vida ya no se entiende sin el uso continuado de todos estos medios. Por tanto, no se trata de adoptar desde la familia un papel prohibitivo, sino de estar atent@s para prevenir posibles abusos o adicciones, educando para un uso responsable, consensuando límites en el uso y espacios en los que se pueden usar con mayor flexibilidad, estando atent@s a posibles comportamientos poco habituales y sintomáticos de posible adicción... Y muy importante, no olvidar que son grandes imitadores del comportamiento de l@s adult@s... y que se trata de si se hace un uso correcto o se abusa.

sábado, 6 de julio de 2013

¿Con qué escena te identificas?

Se abre el telón...
Y aparece una chica con expresión de miedo, ansiedad, rabia contenida, culpa y tristeza.
Se cierra el telón...
¿Cómo se llama la película?
"Cuando digo NO me siento culpable"

Se abre el telón...
Y aparece una chica con expresión de satisfacción consigo misma.
Se cierra el telón...
¿Cómo se llama la película?
"Cuando digo NO me siento libre"

¿Qué ha pasado entre estas dos escenas de vida? Que Ana ha aprendido a respetarse a sí misma, ha trabajado para aumentar su autoestima y eso le ha permitido relacionarse con l@s demás respetando sus propios principios, creencias y conveniencias. Nadie nace predeterminad@ a ser sumis@ o a necesitar estar por encima de l@s demás. Ambos son comportamientos aprendidos y que se pueden modelar y modificar. Las habilidades para ser asertiv@ se aprenden a través de lo que nos han transmitido nuestras familias, maestr@s, amistades, medios de comunicación, etc.

El comportamiento poco asertivo ha sido muy bien valorado socialmente, sobretodo cuando de las mujeres se trataba. Cuanto más sumisa mejor, la que siempre piensa en l@s demás por encima de su bienestar, la que apoya a todo su entorno, el "Pilar" de la familia... patrón típico de las mujeres que aman demasiado, que centran su vida en la necesidad de ser querida y apreciada por todo el mundo y que tienen miedo a herir los sentimientos de l@s demás a costa de su propia autoestima e incluso de perder su dignidad. Especialmente reforzado en las mujeres pero que también se puede identificar en muchos hombres que adoptan una actitud de salvadores.

Hay muchas creencias aprendidas detrás del hecho de no valorarnos y no relacionarnos con libertad que nos acompañan constantemente en forma de pensamientos automáticos: hay que ser educad@, hay que cuidar a l@s demás, hay que ser obedientes ante la autoridad (personas mayores, padres y madres, maestr@s, jef@s.., hay que ser siempre lógic@ y consecuente, ha que ser flexible y adaptarse, es vergonzoso cometer errores, hay que tener siempre una respuesta adecuada...; o bien, mis derechos son más importantes que los de l@s demás, hay que ser agresiv@ y destacar por encima de l@s demás...

En conclusión, la persona queda supeditada a la opinión de l@s demás o a la imagen que damos al exterior, en lugar de pensar qué es lo que desea, necesita o cree que es mejor para ella. Se siente o "por encima" o "por debajo", en lugar de relacionarse de igual a igual. Se deja manipular y evita o bien manipula y viola los derechos de l@s demás.

Si revisamos nuestras relaciones interpersonales tod@s tenemos a nuestro alrededor algún/a aprovechad@ o manipulador/a al cual le disgusta la honestidad o no le conviene. Las personas que siguen un patrón de comportamiento más sumiso, cuando intentan hacer el cambio tienen la sensación de ser egoístas al anteponer sus necesidades a las de l@s demás. Las que siguen un patrón más agresivo tienen la sensación de que las cosas no salen como les gustaría.

En el proceso de aprender a quererse a un@ mism@ se pasa por momentos de miedo a perder la evaluación positiva de l@s demás y de incomodidad por no haber respondido a las demandas ajenas. Miedo a parecer torpe, a la respuesta agresiva de la otra persona, a perder el control, a sentirnos culpables... Nos castigamos porque no hemos sido capaces de decirlo en el momento oportuno, hemos esperado demasiado tiempo, no lo hemos dicho con el tono adecuado o nos hemos expresado con agresividad...

Pero poco a poco, conforme se ensaya, se fracasa, se vuelve a ensayar... se va encontrando el equilibrio y generalizando este nuevo patrón hasta interiorizarlo. Con el paso del tiempo actuar desde la autenticidad lleva a sentirse cada vez más libre y es este sentimiento de libertad el que nos refuerza a seguir intentándolo y que en cada nueva situación nos cueste menos.

Vale la pena hacer ese camino para ganar en dignidad personal, en seguridad, en tranquilidad a la hora de amar y en establecer relaciones más trasparentes, fluidas e igualitarias, en las cuales seamos capaces de expresar nuestros pensamientos y emociones.


Porque la autoestima es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotr@s mism@s y a l@s demás.



miércoles, 3 de julio de 2013

Veranito y energía olamotriz

Comienza la temporada de playa y para quienes les guste el mar tenemos la oportunidad de recargar pilas disfrutando de él. Al igual que la energía olamotriz aprovecha el movimiento de las olas del mar para generar electricidad, nosotr@s podemos aprovechar el oleaje para llenarnos de energía, una energía con muchas ventajas: limpia, totalmente renovable, silenciosa, gratuita, de bajo impacto ambiental, local (si vamos a playitas cercanas) e inagotable... las olas siempre van y vienen.

Vamos, que podemos estar absorbiéndola durante todo el verano, dejarse mecer por el oleaje, nadar en él, jugar con él y aprovechar toda su energía para renovarnos. Este sencillo contacto con la naturaleza puede ser una muy buena práctica de restauración psicológica después de todo un año de trabajo.

Se trata de una energía todavía en desarrollo y expansión así que aprovechemos su fuerza antes que las patentes nos limiten su disfrute...